A medida que avanzan las investigaciones sobre el presunto abuso que cometió Julio Antonio Maldonado De las Salas en contra de varios niños y niñas en el municipio de Suan, se van conociendo otros testimonios. Ahora se suman unas denuncias de mujeres que habrían sido engañadas para tener relaciones con el hombre, quien les habría dicho que tenía el poder divino para preñarlas.

La denuncia fue revelada por el Inspector de Policía de Suan, Gustavo De la Rosa, quien aseguró que muchas mujeres en el municipio del sur del Atlántico fueron utilizadas por el ‘Enviado de Dios’.

“No podían concebir y él decía que tenía el poder divino de hacerlas embarazar. En esta zona hay gente incauta que todavía creen en esas prácticas. Se aprovechó de la inocencia de la gente diciendo que tenía poder de sanación y hacía milagros”, manifestó De la Rosa en una entrevista concedida a Atlántico en Noticias.

La Policía del Atlántico anunció la captura de Julio Antonio Maldonado De las Salas en la mañana de este viernes. El hombre, oriundo de Barranquilla, fue detenido por las autoridades en Soledad por una orden de captura que le habían proferido por la presunta comisión de los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años y acto sexual con menor de 14 años homogéneo y sucesivo agravado.

El inspector de Policía de Suan indicó que temía que la investigación se hubiera quedado estancada y hubiera sido sepultada. “Algunos padres tuvieron el valor civil de llegar hasta la Comisaría de Familia y presentar las respectivas denuncias. Enviamos las denuncias a la Fiscalía de Sabanalarga. Después de cuatro meses no veíamos los resultados que dieran con la captura de este individuo”, manifestó De la Rosa.

Según relataron las autoridades, Maldonado había logrado convencer a varios padres de familia en Suan de que era el 'Enviado de Dios' y mediante engaños los persuadió de que les dejaran sus hijos al cuidado de él.

Maldonado De las Salas se ganó tanto la confianza de algunos padres suaneros que enviaban a sus hijos a las pijamadas que él programada, a donde llegaban los niños vestidos de blanco, tal y como él lo había pedido. En esos encuentros los habría inducido a tener sexo oral entre ellos y con él.